Barruntando lo forman un grupo de chicas de diferentes puntos de España con una afición común: la cerámica. Después de años de aprendizaje y esfuerzo decidieron unirse para crear este proyecto. Trabajan la cerámica y hacen piezas útiles con un toque diferente, que consiguen sacarte una sonrisa. Sus colecciones están hechas y decoradas a mano en su totalidad.
Sus objetos más emblemáticos son los cuencos para los ovillos o cuencos laneros, pero hacen también figuras decorativas y miniaturas, cuencos con divertidas formas de animales o la bisutería. Se trata de piezas artesanales como los que a ellas les gustaría tener en sus casas.
Sus principal objetivo es aportar un pequeño soplo de aire fresco a la cerámica, que se traduce en diseños alegres y desenfadados, fabricados artesanalmente con materias primas y técnicas tradicionales, uno a uno. Por eso todos sus trabajos son únicos. No hay dos iguales.